La protección ocular: necesaria en muchos trabajos
Una de las partes que más utilizamos de nuestro cuerpo y, que al mismo tiempo, es una de las más sensibles, son nuestros ojos. Los utilizamos en todo momento para ver, y sin estos nos tendríamos que adaptar, no sólo a una nueva forma de trabajar, sino a una nueva forma de vivir: por ello su protección es fundamental.
La importancia de los ojos hace que merezca la pena conocer al detalle qué debemos hacer para proteger nuestros ojos frente a distintos peligros y/o riesgos a los cuales te puedes exponer a diario en un trabajo.
Según el trabajo en el que participemos tendremos que tener en cuenta distintos factores. El más básico y general es la protección ante las radiaciones solares.
Las radiaciones solares
En caso de que realicemos las actividades laborales al aire libre o en entornos con mucho sol, es muy probable que necesitemos gafas de sol para mejorar nuestra visión: existen muchos tipos y modelos, e incluso graduadas si fuera necesario.
Debemos buscar aquellas que se ajusten mejor a nuestra forma de la cara, evitando aquellas que sean más grandes o más pequeñas de lo que necesitamos. Además, vale la pena invertir en ellas: unas gafas de sol que sean muy baratas, compradas en cualquier sitio que veas mientras das un paseo por la calle, pueden acabar "saliendo caras", así que mejor comprarlas de una marca con cierto renombre y gastarse un poco más.
Hay otras alternativas a las gafas, dependiendo del trabajo, por ejemplo, para los soldadores, una buena opción son las pantallas protectoras.
Además del sol también nos podemos encontrar con otros problemas, siendo estos muchos para enumerarlos, a continuación os daré un par de ejemplos.
Cuando se trabaja con determinados materiales podemos sufrir, sin desearlo, algún percance: en caso de estar trabajando con madera, una pequeña astilla se nos puede meter en el ojo, o por ejemplo, los soldadores, que trabajan con productos que generan chispas, están rodeados por un ambiente muy peligroso para sus ojos, y este ambiente puede ser notado por el mismo ojo, sin haber sufrido ningún problema: el lagrimal reaccionará, expulsando lágrimas.
Además, podemos tratar con materiales peligrosos, ya sean químicos u orgánicos, en cualquier ambiente, laboratorios, hospitales, obras, granjas... por lo que debemos cuidar nuestra salud ocular. En caso de accidente debemos actuar de la manera más rápida posible: hay varios prodecidmientos según el tipo de trabajo que realicemos, y según el entorno que nos rodee:
Si nos entra algo en el ojo, siendo este un material no contaminante, podemos intentar que salga mediante un suave tacto, y recalco suave, o el levantamiento del párpado. Debe ser suave, ya que si nos ponemos nerviosos y comenzamos a frotar el ojo rápidamente, sólo conseguiremos una mayor irritación y más posibilidades de sufrir una rotura de los tejidos o una lesión interna.
En caso de que se nos haya metido en el ojo un material contaminante, debemos llamar rápidamente al servicio de emergencia, y, si es posible, buscar rápidamente agua para aplicar al ojo: un baño en la zona nos puede ayudar a limpiar y reducir el riesgo.
En caso de un accidente mayor, lo mejor es avisar rápidamente al servicio de emergencia y evitar hacer cualquier cosa, para no complicar más la situación.